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29 jun 2014

El peligro de los FAT-BURNERS

ALERTA POR QUEMADORES DE GRASA

Buscar asesoría médica antes de empezar a consumir cualquier producto para adelgazar, es la recomendación de los expertos. 

Médicos de la ciudad lanzaron una alerta por el uso indiscriminado de 'quemadores de grasa', que están generando efectos secundarios nocivos en la salud de quienes los utilizan. 

Según explican los expertos, los 'quemadores de grasa' o 'fat burners', como también se conocen en el mercado, no existen, la verdad es que se promocionan a granel y son muy conocidos en gimnasios y centros de estética. 

El problema radica en que el uso de estos elementos en los gimnasios, especialmente, es indiscriminado y no cuenta con ninguna asesoría médica. 

Edgar Nessim, endocrinólogo del Centro Médico Imbanaco, reiteró que los 'quemadores de grasa' no existen. 

"Lo que se vende son combinaciones de sustancias que contienen inhibidores del apetito, aceleradores del metabolismo y diuréticos. Obviamente estas combinaciones están totalmente contraindicadas y no están autorizadas en ninguna parte del mundo", enfatiza el experto. 

Según el doctor Nessim, con el diurético fácilmente se engaña a la persona, porque se elimina tanto líquido en la orina que el peso disminuye rápidamente, pero esto es temporal, "porque el organismo rápidamente compensa esta pérdida y se recupera líquido y por supuesto el peso", explica Nessim. 

Lo mismo pasa con los inhibidores del apetito, inicialmente funcionan, pero el cerebro, como mecanismo de defensa, termina compensando e incrementando el apetito. Este efecto de rebote puede hacer incluso, que la persona termine recuperando más peso del perdido. 

"Por su parte los aceleradores del metabolismo producen efectos como desórdenes del sueño como el insomnio, agitación, sudoración excesiva, efectos que a la postre pueden ser catastróficos", advierte el endocrinólogo. 

Para la médica Mónica Restrepo, de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, es preocupante el `boom` de estas sustancias y que tanta gente esté recurriendo a ellas para mejorar su figura ignorando las consecuencias. 

"La gente no sabe que la grasa no sólo está entre la piel y el músculo. Todos los tejidos tienen grasa como componente, incluso el cerebro. Estos productos no sólo atacan la grasa sino los tejidos adyacentes", advierte la cirujana. 

"Los resultados son ficticios y terminan produciendo una flacidez de la piel que en ningún caso es normal y estéticamente es peor que el problema que se quiere corregir. La persona tiene que convivir con estos efectos adversos. Científicamente estos productos no producen los resultados que se les atribuyen, pero si ocasionan problemas adicionales", enfatiza la médica Restrepo. 

"A mi hermano en el gimnasio le recomendaron usar quemadores de grasa en tabletas. Los usó por un tiempo y luego empezó a sufrir de dolor crónico en las piernas. Tuvo que ser hospitalizado porque el dolor no lo dejaba caminar". 

Así relata Miriam Hernández, una joven médica oftalmóloga, cuya familia vivió el drama del joven activo y amante del deporte reducido a la inmovilidad sin saber el porqué. Sin embargo, tras varios análisis y exámenes, el diagnóstico de los médicos fue concluyente: "Se trataba de una poliomiocitis, secundaria al uso de sustancias que vienen en los llamados quemadores de grasa". 

En efecto, la estadía en el hospital de su hermano le permitió a la oftalmóloga Miriam Hernández conocer la gravedad de otros casos "con compromiso del músculo esofágico, los músculos de la respiración, al punto de que el paciente necesita ser entubado y recibir respiración mecánica o asistida, por la destrucción de estos tejidos", señala. 

"Vemos con preocupación que muchas de estas drogas se expenden por doquier y se usan masivamente a todo nivel sin fórmula, ni control médico. Ni siquiera están aprobados por la FDA (Administración Federal de Drogas de Estados Unidos) y no están indicados para muchos organismos", explica el especialista Luis Hernán González, miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica. 

Aún en los casos en los que parecen funcionar, los quemadores pueden provocar efectos estéticos bastante desagradables: "Tengo pacientes usuarios de estas sustancias, cuyos efectos han ido a otras zonas de cuerpo y llegan con un rostro que llamamos `cadavérico` o como de una viejita", cuenta la cirujana Mónica Restrepo. 

"A veces es necesario inyectar grasa en el rostro de estas personas para devolverles una apariencia normal", añade el cirujano plástico Luis Hernán González. 

"Es urgente la vigilancia en los gimnasios por que allí se venden sin autorización y sin ningún escrúpulo toda clase de medicamentos sin tener ninguna noción de sus efectos, lo mismo pasa con las drogas para aumentar de peso y muchas de esas personas terminan aquí en el consultorio del endocrinólogo", afirma Nessim. 

Algunas de las drogas usadas 

Varios medicamentos que tienen usos distintos son promocionados como 

quemadores de grasa y ocasionan efectos colaterales. 

Las sustancias que se expenden como quemadores de grasa se encargan de producir alteraciones metabólicas y daños tan severos, que aún no han sido completamente estudiados. 

Los primeros estudios han hecho hallazgos que han alarmado a los especialistas, como la existencia de clenbuterol, medicamento con propiedades anabólicas en animales como el ganado, el lipotrópico, una sustancia que disminuye la acumulación de grasas en el hígado, pero las traslada hacia otras zonas del cuerpo. 

La colina e inositol, substancias presentes en muchos preparados que se proclaman como 'quemadores' contribuyen a reducir los niveles de grasa subcutánea, pero ningún estudio científico ha podido demostrar sus efectos. 

La efedrina es otra de las sustancias presentes en los quemadores de grasa y se usa como vasopresor o broncodilatador. Generalmente se utiliza en el tratamiento del asma, el enfisema, bronquitis, hipotensión y el colapso, pero también provoca efectos negativos como la hipertensión, dolor de cabeza, alteraciones en el ritmo cardíaco y ansiedad. 

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